Al principio, el acero comienza a oxidarse de la misma forma que el acero no resistente a las condiciones meteorológicas, una vez expuesto a condiciones de humedad y sequedad. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, la capa de óxido se transforma en una de pátina, y el color cambia del recién desarrollado naranja/marrón, a un marrón claro u oscuro.
La velocidad del cambio y el color final del acero dependen de las condiciones atmosféricas de lugar, así como del nivel de contaminación —en atmósferas con altos niveles de azufre se acelerará el proceso de oxidación y la pátina será más oscura. Unos ciclos frecuentes de condiciones de humedad y sequedad también acelerarán la oxidación. Todo el proceso de oxidación de este acero resistente a la corrosión suele tardar de 2 a 6 años.