Captura y almacenamiento de carbono (CCS): reducción de las emisiones de CO2 en un 60-70%
En el vaso de la CCS, el CO2 se comprime, transporta y almacena en depósitos geológicos subterráneos seleccionados y gestionados adecuadamente. El Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) calcula que, si se realizan correctamente, es "muy probable" que los depósito retengan el 99% del CO2 durante más de 1000 años.
Dicho esto, actualmente no existen instalaciones de CCS comerciales a gran escala en la industria del acero. Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA), es poco probable que la captura de carbono sea significativa para 2030: esta estima que se capturará el 1% de las emisiones de CO2 anuales de la industria del acero (16 MtCO2 /año).
Algunos expertos en emisiones afirman que los depósitos de CCS deben priorizarse en industrias distintas a la del acero, como el plástico o el cemento, que se enfrentan a grandes costes y obstáculos en el desarrollo de tecnologías libres de combustibles fósiles. En estos sectores, el dióxido de carbono podría reducirse hasta en un 60-70%.