Una industria de estándares
La industria automotriz a menudo define sus propios estándares en cuanto a las propiedades que deben tener las calidades de acero avanzado de alto rendimiento. Unos estándares que pueden llegar a ser muy exigentes. Al comprar material conforme a estos estándares, los compradores pueden garantizar la elección del material correcto para las condiciones de fabricación previstas. Las propiedades mecánicas que conforman un estándar también constituyen una óptima base para la comparación de precios, para garantizar la rentabilidad de la materia prima.
Sin embargo, además del precio de la materia prima, el coste final por unidad para aplicaciones en un automóvil, depende de la producción. La tasa de producción, por ejemplo, depende de numerosos parámetros, incluidos el tiempo de ejecución, tasa de defectos y tiempos de inactividad, por mencionar tan solo unos cuantos. Para obtener una imagen completa, también tendrá que añadir el tiempo de la configuración inicial o de las operaciones posteriores al procesado, el consumo de energía y los posibles residuos.
Todos estos factores determinarán el coste final de una aplicación para el automóvil y, con ello, la rentabilidad, ya sea por el proveedor secundario o para la empresa fabricante. Aquí, la elección de los materiales puede marcar una diferencia enorme si el precio por kilogramo de materia prima se traslada al costo por unidad cuando la pieza está terminada.
Maximizar el tiempo de ejecución, minimizar la energía y los residuos
El tiempo de ejecución, por ejemplo, puede depender de si el proceso de arranque de la máquina/método de producción es corto o largo. El tamaño de los lotes, más pequeños o más grandes, también puede influir en el coste total.
El tiempo de ejecución también depende de los tiempos de inactividad. Las máquinas pueden pararse debido a problemas con un material que no esté funcionando del modo esperado, con el aumento del desgaste de las herramientas o con la necesidad de cambiar los ajustes por causa de las propiedades cambiantes del material, por ejemplo.
Los costes de la energía dependen del método de producción, que a menudo depende de la elección de los materiales. Al seleccionar un material que puede producirse consumiendo menos energía, podrá mejorar la rentabilidad o, incluido aumentar el ‘valor actual neto’ del material.
Los residuos, tal y como indica su nombre, son una completa pérdida de tiempo y dinero. Cuando se usa un material que funciona según lo esperado, durante un largo período de tiempo y sin fallos, la cantidad de material desechado se reduce.
Si consideramos el capital flotante, un parámetro importante para la rentabilidad, cuanto más material sea necesario almacenar para garantizar el flujo de producción, mayor será el capital inmovilizado en la producción.
La producción total de artículos que pueden enviarse a la línea de ensamblaje de un nuevo automóvil depende de todo lo anterior. Para cumplir estas condiciones, la elección inicial del material, así como del proveedor, pueden marcar una diferencia.
Definición de ‘valor actual neto’
En SSAB, nos enfrentamos a los mismos retos en nuestra producción de acero. Con nuestra filosofía de gestión LEAN, analizamos todos los detalles que pueden mejorar nuestra producción. Nos hemos comprometido a mantenernos junto a nuestros socios durante todo el proceso para garantizar la obtención del mejor resultado, desde el principio hasta el ensamblaje final.
Se han producido muchos casos en los que nuestra experiencia y conocimientos han contribuido a que las empresas de automoción mejoren pequeños detalles relacionados con la elección de material, diseño o producción, detalles que pueden influir en el coste total. Esto es lo que nosotros denominamos como ‘valor de uso’ para nuestros clientes y socios.